Juntas de dilatación en edificios

Las juntas de dilatación se consideran esenciales en cualquier proyecto de construcción o en la selección de materiales debido a varios factores, como los efectos sísmicos o térmicos que pueden causar contracciones o expansiones. Su función principal radica en controlar estos movimientos, permitiendo que los materiales se desplacen libremente y evitando así la formación de grietas o fisuras.

Estas juntas se implementan en diversos elementos de la estructura del edificio, incluyendo la estructura misma, los suelos, las paredes, las fachadas, las cubiertas y los techos. Entre las más comunes se encuentran las juntas de contracción y de dilatación. Es crucial seguir las pautas establecidas por la normativa para determinar las distancias adecuadas entre las juntas de dilatación en cada situación específica.

Dado que las juntas de dilatación pueden presentarse en una variedad de formas y situaciones en la construcción de edificios, es importante abordar brevemente algunos de los tipos más relevantes.

Juntas de dilatación en estructuras

El CTE requiere la instalación de una junta de dilatación en los edificios para evitar elementos continuos de más de 40 m de longitud, y así no considerar las acciones térmicas (DB-AE 3.4.1).

Para lograr esta junta, se utilizará la técnica de doble pilar con una separación aproximada de unos 5 cm entre ellos, creando elementos estructurales independientes. Otra opción válida es la instalación de ménsulas.

Para evitar la necesidad de estructuras de doble pilar, que pueden complicar la distribución de garajes o viviendas, se pueden emplear pasadores estructurales inoxidables que transfieran dichos esfuerzos.

En el caso de juntas en muros de hormigón, se seguirá el detalle adjunto en la Biblioteca de detalles constructivos para estructuras de hormigón de Cypecad.

  • Juntas estructurales: Serán dispuestas de acuerdo con las necesidades específicas del edificio en cuanto a sus juntas estructurales.
  • Para separar los elementos verticales, como muros de hormigón o pilares, de la solera de hormigón, emplearemos un material que absorba las dilataciones, como el poliestireno expandido.
  • Se establecerán juntas de dilatación cada 20 o 25 metros de longitud, las cuales atravesarán todo el espesor de la solera. La apertura debe ser lo suficientemente amplia para prevenir deformaciones no deseadas causadas por la expansión del hormigón. Asimismo, para evitar obstrucciones por tierra o suciedad, se sellará la abertura con un material compresible.
  • En cuanto a las juntas de retracción o contracción, se aconseja su instalación en áreas de 15 a 20 metros cuadrados y en lugares donde el pavimento esté restringido por elementos muy rígidos, como sumideros, pozos de registro, pilares, entre otros. Esto previene la formación espontánea de dichas juntas. En estos elementos rígidos, también se recomienda la colocación de una junta de separación previamente mencionada.

Las juntas de dilatación en fábricas, a diferencia de las juntas de dilatación convencionales, no necesitan atravesar todo el grosor de la solera. Por lo general, se realizan mediante un corte con radial.

Según lo establecido en el Documento Básico SE-F Fábrica del CTE en su Apartado 2.2 sobre «Juntas de movimiento», estas juntas se instalan para permitir la expansión térmica, la contracción por humedad, la fluencia, la retracción, así como para acomodar las deformaciones por flexión y los efectos de las tensiones internas causadas por cargas verticales o laterales. Todo esto se hace con el fin de evitar daños en la estructura de la fábrica. Es importante considerar las distancias indicadas en la tabla 2.1 para las fábricas sustentadas.


Estas distancias aplican a edificios con planta rectangular o concentrada. En el caso de que la planta sea asimétrica, con alas en forma de L, U, etc., cuyas longitudes superen la mitad de las indicadas, las juntas se ubicarán cerca de los puntos donde se encuentren. Siempre que sea viable, las juntas se diseñarán con superposición.

Juntas de dilatación en fábricas

De acuerdo con el Documento Básico SE-F Fábrica del CTE, en su apartado 2.2 sobre «Juntas de movimiento», se establece la necesidad de instalar juntas de movimiento para permitir dilataciones térmicas, por humedad, fluencia, retracción, así como para acomodar las deformaciones por flexión y los efectos de tensiones internas causadas por cargas verticales o laterales. Estas juntas se colocarán respetando las distancias indicadas en la tabla 2.1, diseñadas específicamente para edificaciones de planta rectangular o concentrada.

En el caso de que la planta tenga una configuración asimétrica, con extensiones en forma de L, U u otras, cuyas dimensiones superen la mitad de las distancias indicadas, se ubicarán las juntas en las cercanías de los puntos de unión de estas extensiones. Además, siempre que sea factible, se proyectarán estas juntas con solape para garantizar su eficacia.

Para ocultar las juntas de dilatación en el edificio, se sugiere duplicar los tabiques, colocando uno para cada estructura. Esto impedirá que las juntas queden visibles. Entre los dos tabiques se puede añadir una placa de poliestireno, fijada a uno de los tabiques mediante puntos de cola.

Juntas de dilatación en pavimentos

Podemos encontrar varios tipos de juntas al igual que en las soleras:

  1. Juntas estructurales: Se instalarán según la disposición de las juntas estructurales presentes en el edificio.
  2. Juntas de separación con las fábricas: Para disimularlas, se utilizarán rodapiés.
  3. Juntas de dilatación: La elección del material a emplear (terrazo, mármol, gres, madera, etc.) así como el nivel de tráfico al que estará expuesto el pavimento (residencial, comercial o industrial) influirán en este caso. No es lo mismo instalar terrazo en un hogar que en un hospital. Por lo general, en viviendas, unas juntas de aproximadamente 2 mm entre las baldosas son suficientes para absorber las expansiones y contracciones de las piezas. No obstante, como se mencionó anteriormente, cada situación es única y requiere un análisis específico.

Juntas de dilatación en cubiertas planas

En la etapa de diseño, se pueden identificar tres tipos de juntas distintas.

Las juntas estructurales de cubierta deben coincidir con la junta de dilatación estructural del edificio. En este caso, es recomendable levantar dos petos para separar las diferentes cubiertas. El ancho de estas juntas debe ser de aproximadamente 5 cm, igualando el ancho de la estructura.

Las juntas de dilatación de cubiertas deben dejarse cada 15 metros como máximo o en superficies de aproximadamente 50 m2. Para estas juntas, se recomienda un ancho mayor de 3 cm y se deben realizar con material expansivo como acabado superior. En el caso de las telas asfálticas, se debe usar un acabado romo. Es importante que estas juntas coincidan con cumbreras o limatesas para garantizar una correcta evacuación del agua.

Por último, se deben realizar juntas de movimiento en los encuentros con elementos verticales como petos. En este caso, se puede optar por ejecutar doble fábrica, donde la tela subirá por el peto interior, o bien colocar una única fábrica y añadir un aislamiento vertical. Esto permite que la cubierta se mueva de forma independiente a la fachada exterior.

Tipo crets

Durante la etapa de diseño estructural, se puede evitar la necesidad de utilizar pilares o muros dobles, así como ménsulas de apoyo, mediante la instalación de pasadores estructurales inoxidables o crets, los cuales pueden transferir los esfuerzos necesarios.

El empleo de juntas de dilatación es crucial para prevenir la formación de fisuras no deseadas y sus consecuentes daños, como la pérdida de estanqueidad y la corrosión.

En particular, el artículo 3.4 del documento básico de Seguridad Estructural Acciones en la Edificación establece que en edificios convencionales con elementos estructurales de hormigón o acero, se puede prescindir de considerar las acciones térmicas si se instalan juntas de dilatación de manera que no haya elementos continuos de más de 40 metros de longitud.

En el caso de los forjados y muros con movilidad restringida, la inclusión de juntas de dilatación disminuye la necesidad de refuerzo para controlar el ancho de las fisuras. Por lo tanto, especificar estas juntas en forjados y muros con restricción de movimiento suele ser una medida inevitable.

Ventajas de diseño de los pasadores crets

Los pasadores CRET simplifican tanto el diseño como la implementación de juntas de dilatación al abordar los desafíos previamente mencionados. Este sistema ofrece las siguientes ventajas:

  1. Configuración sencilla: Los pasadores CRET sustituyen a las ménsulas y las juntas en media madera, reduciendo el gálibo libre y eliminando la necesidad de preparar encofrados y refuerzos más complejos.
  2. Eliminación de doblar pilares o muros: No es necesario alterar la estructura de pilares o muros a ambos lados de la junta de dilatación. Esto resulta especialmente beneficioso en construcciones por fases y maximiza el espacio utilizable de la planta.
  3. Instalación sin complicaciones en la obra: Los pasadores CRET vienen con placas incorporadas con taladros para facilitar su fijación al encofrado. Además, incluyen pegatinas que indican la orientación adecuada, evitando así la necesidad de realizar trabajos adicionales o perforaciones en el encofrado.

Instalación

En la primera etapa, las vainas/hembras CRET se fijan al encofrado con al menos dos clavos en diagonal, con la cara superior marcada con la palabra «ALTO», para permitir el vertido del hormigón en el primer lado de la junta una vez se haya colocado el refuerzo necesario.

Una vez que el hormigón ha fraguado, se retira el encofrado y se introduce el material de relleno de la junta (como lana de roca, CRET BM, etc.), luego se colocan los pasadores en las respectivas vainas/hembras y se dispone el refuerzo necesario antes de verter el hormigón en la segunda parte de la junta.

Sellados

Independientemente de la naturaleza de la junta, todas deben asegurar un sellado adecuado, que no sea superficial y que tenga la profundidad correcta.

En casos donde la profundidad sea excesiva, se puede rellenar la junta con un material aislante compresible.

El acabado final del sellado debe ser elástico, con capacidad para deformarse o comprimirse hasta un 25%, y debe ser resistente a las condiciones climáticas adversas.

Es importante realizar inspecciones periódicas de este material, tanto en fachadas como en cubiertas, para garantizar su mantenimiento adecuado, dado que en estas áreas está completamente expuesto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad